Comentario
En arquitectura, cada región imprime su personalidad en la decoración de sus edificios, dando lugar a vigorosos estilos regionales. En el Petén Central, el territorio donde se mantiene una mayor ortodoxia arquitectónica con edificios de gran verticalidad y pesadez, surge tras el largo hiato una gran actividad constructiva en Tikal, que ve erigirse sus templos más importantes (I, II, III, IV, V y VI), algunos de ellos -verdadero reflejo de la ordenación del universo- concebidos como inmensos memoriales de los gobernantes muertos.Los palacios tienen cada vez mayor importancia. Algunos de ellos se combinan hasta formar inmensas acrópolis, como es el caso de la Acrópolis Central, y se hacen más privados; aparecen entonces nuevos conceptos arquitectónicos, como los Complejos de Pirámides Gemelas, impresionantes conjuntos compuestos de dos pirámides gemelas enfrentadas -la situada al este asociada a nueve estelas y altares lisos-, un edificio palaciego emplazado al sur y un recinto con una estela y altar tallados, que se han interpretado como plataforma de danza y ritual levantadas para celebrar el katún, un período de 20 años.En la región del Usumacinta, Piedras Negras y Yaxchilán mantienen algunos rasgos del Petén, como los grandes basamentos o las pesadas cresterías colocadas sobre la techumbre de los templos e inmensas acrópolis; pero sus palacios se abren a multitud de galerías y vestíbulos que les confiere una mayor elegancia en relación con los característicos de la región anterior. La escultura arquitectónica colocada en el interior de sus edificios incluye temas relacionados con acontecimientos políticos y rituales, y nos informa de las historias políticas de sus dirigentes.Palenque es una ciudad de gran personalidad, que desarrolló un estilo propio, de gran influencia en ciudades de su entorno como Bonampak y Toniná. En ella desaparece casi por completo el culto a la estela, pero a cambio los edificios integran una compleja iconografía esculpida en estuco o piedra caliza con una temática similar a la de las estelas: la glorificación de los soberanos y la sanción de su posición en el cosmos y la sociedad. El arte de Palenque es más secular, haciendo los basamentos más bajos, verticales y con molduras, y unas estructuras más pequeñas y con superior cantidad de vanos. La consecuencia son estructuras más ligeras y humanas, con espacios más participativos. Los edificios más relevantes de esta capital del noroeste del territorio maya fueron levantados bajo los reinados de Pacal y de su hijo Chan Bahlum; es el caso del Palacio, el Templo de las Inscripciones -con su compleja y famosa tumba subterránea- y el Grupo de la Cruz, que constituyen una de las manifestaciones estéticas más bellas de la arquitectura americana.En el sudeste del área maya, Copán y Quiriguá definen el denominado estilo del Motagua. Seguramente alentada por su relación con Tikal en el siglo V, Copán levantó sus edificios con tracita verde, construyendo su núcleo en torno a una inmensa acrópolis. Uno de los rasgos más notorios de su arquitectura son las amplias escalinatas y las graderías de sus plazas y patios, lo cual da idea de la naturaleza pública de sus rituales y prácticas políticas.Muchas de estas escalinatas fueron profusamente talladas ya que la escultura alcanzó en Copán unos niveles sin precedentes en el área maya. Uno de sus edificios más importantes, el Templo XXII, manifiesta influencias yucatecas, y mantiene en su puerta de entrada una iconografía que constituye una imagen de la concepción del universo maya: una máscara de serpiente flanquea esta puerta, y grandes mascarones se sitúan en las esquinas del edificio, jalonadas por estatuas del dios del maíz. Dos monstruos Bacab, que identifican el nivel terrenal, sostienen una máscara Cauac y un monstruo bicéfalo que representa el cielo. La Estructura XVIII, el juego de pelota y la Escalinata Jeroglífica, que contiene la inscripción en piedra más larga en todo el territorio maya en la que se narra la historia dinástica de la ciudad durante el Clásico Tardío, son los edificios más importantes de Copán.En el centro del Yucatán, el estilo Chenes-Río Bec se define por la construcción de tres inmensas torres macizas coronadas por templos cuya función es exclusivamente decorativa en relación con los palacios a los que se asocian. Las fachadas de Becán, Río Bec, Xpuhil, Chicaná y otros centros de este estilo, están decoradas con tallas en estuco de la serpiente celeste, cuyas fauces abiertas constituyen la entrada de los edificios. Este diseño, y la decoración total de la fachada, contrasta con el resto de las decoraciones del área maya, que se alojan en los frisos y cresterías de los edificios. En general, las construcciones de la región Chenes tienen un carácter más palaciego que las existentes en el área de Río Bec, donde abundan las mencionadas altas torres macizas.Más al norte, en una región de bajas colinas denominada Puuc, se originó un estilo del mismo nombre. Algunos de sus edificios se consideran las máximas realizaciones arquitectónicas del Nuevo Continente. Uxmal, Sayil, Kabah, Chichén ltzá y muchas otras ciudades son excelentes muestras de este estilo, que puede tener sus orígenes en la región Chenes hacia el 750 d. C. Desde un punto de vista urbanístico, la concepción de los centros es diferente, desapareciendo en buena medida las acrópolis, y conjuntamente los edificios en grandes cuadrángulos de patios abiertos en sus cuatro esquinas. Los conjuntos arquitectónicos se distribuyen en un eje norte-sur, prevaleciendo los palacios, que confieren al paisaje una idea de horizontalidad profundizada por la decoración de sus fachadas.Los conjuntos urbanos se alejan unos de otros, difuminándose el concepto de plaza central, por lo que se hace necesaria la construcción de largas calzadas que unen en estos casos los grupos neurálgicos de cada ciudad. Son también frecuentes las calzadas o sacbeoh que enlazan centros integrados en un mismo territorio. La que relaciona Cobá con Yaxuná tiene una longitud aproximada de 104 km. Con la generalización de estos caminos blancos, aparecen nuevos rasgos arquitectónicos como los arcos, que respetan, como el de Kabah y el de Labná, las características básicas de los palacios y templos.Los espacios interiores se hacen más amplios y luminosos, ya que los arquitectos Puuc desplazan los grandes bloques y cubren sus edificios con finas lajas de piedra. La columna todavía no constituye un elemento estructural, sino que ejerce funciones decorativas, aunque en ocasiones se asocia a los dinteles de los edificios, anunciando su próxima función.Desde un punto de vista decorativo, en edificaciones tan características como El Gobernador, la Casa de las Palomas, el Cuadrángulo de las Monjas y otras muchas estructuras de los grandes centros, puede verse cómo el estuco es desplazado dando paso a una decoración de sus frisos mediante mosaico de piedra con representaciones de máscaras de serpientes, grecas, motivos geométricos, y elementos estructurales que recuerdan la choza maya: como junquillos, columnillas ciegas y la representación de la propia choza. Esta decoración particular, unida a la paulatina desaparición de las cresterías y a la división de las fachadas por medio de diferentes molduras de triple atadura, confiere a los edificios una horizontalidad que está en consonancia con la fisonomía de la ciudad, donde los templos tienen menor importancia que en los asentamientos mayas del sur.Cuando existen, como la Pirámide del Adivino de Uxmal, éstos se elevan majestuosos sobre el paisaje. En esta complicada estructura levantada en cinco fases distintas, está resumida la historia decorativa de la arquitectura maya del Clásico, ya que en ella se han detectado fachadas de estilo Petén, Usumacinta, Río Chenes y Puuc. En general, en esta área de Yucatán, serán relativamente pocos los templos que mantienen cresterías y modelado en estuco según los cánones formulados en el Petén.